lunes, 17 de octubre de 2011

#SME y el #15O: el derecho a indignarse


Fíjense que veníamos bien contentotes de la convocatoria del #15O en la Ciudad de México. No fueron miles de personas, es cierto (más bien algo menos de medio millar), pero en general hubo buena asistencia para tratarse de un evento que no contó con más publicidad que la difusión de usuario-a-usuario en internet. Además de “los de siempre” (activistas profesionales, etc.) vimos a muchísima gente joven, sobre todo estudiantes de la UNAM y la UAM. Colectivos de todos los colores, pancartas para todos los gustos, murales, disfraces, discursos políticos y menos políticos, poesía y teoría, música y performances para terminar con una acampada frente a la bolsa de valores. En general nos parece un excelente balance. Pero, ay…¡no contábamos con esto!


Malinchismo 3.0
Ayer hubo otra concentración, se suponía que sería la mayor de todas las convocadas por las redes sociales. Pero el movimiento que la convocó, auténticamente nacido en las redes sociales, había ya sido capturado por el sindicato mexicano de electricistas (SME) y así fue como la gente fue, vio, quizá se decepcionó y también se retiró. En ningún momento se pasó de los 500 asistentes, aunque quizá fueron miles los que llegaron y se fueron al sentirse alienados por la inconspicua presencia del SME como anfitriones del evento”.
Extraído de "Más de 140 caracteres", blog de @omondra
Como diría Jack el Destripador: vamos por partes. Es cierto, allí estaba el SME. Bueno, más bien, un puñado de integrantes del sindicato junto con sus icónicos (y qué prácticos, ¿verdad?) generadores eléctricos. En concreto, contamos a unos diez electricistas, incluyendo prensa del sindicato (si, si, los contamos, somos así de freaks). También preguntamos (porque somos irremediablemente curiosos) quién había puesto la tarima, y obtuvimos respuesta: el sindicato de electricistas. Lo cual nos parece de lo más lógico porque: ¿quién tiene generadores de electricidad y sabe cómo usarlos? (Lo adivinaron: ¡el SME!) A pesar de esto, observamos igualmente que la presencia de logos del SME era mínima (de hecho, sobre el escenario no había ninguno, y la pancarta más grande que pudimos apreciar en la zona era la del colectivo “México toma la calle”, responsables de la convocatoria). Para ser exactos, los únicos logos visibles del SME en la convocatoria fueron los que están pegados en sus camiones (¿qué pasa, tenían que quitarlos?), los de las playeras de los fotógrafos del SME (¿qué pasa, ellos no pueden llevar su consigna?) y el famoso luchador...


Igualmente, la presencia de electricistas con distintivos del sindicato era prácticamente inapreciable (nos encontramos a dos de ellos volanteando, junto con 50 personas más que volanteaban para sus respectivos proyectos/organizaciones/lo que fuera). En la convocatoria recibimos decenas de volantes de todo tipo y color; entre ellos, uno del SME.
Nos preguntamos: ¿acaso está mal que el SME se solidarice con un movimiento ciudadano y los provea de energía?¿Es eso reprochable, humillante de algún modo para la ciudadanía?¿Demuestra de alguna manera –como los articulistas del texto citado sugieren- que la ciudadanía de México es fallida? Pensamos que no. Sobre todo, cuando existe prueba gráfica de que el sindicato renunció (sabiamente, pensamos) a exhibir sus logos identitarios por todo lo alto, integrándose simplemente como una parte más de la protesta.
A la izquierda del escenario, encontramos dos logos del SME...pintados sobre la camioneta del SME. #Plop
¿No se dan cuenta? Desde México, se alaba a los sindicatos estadounidenses por dar apoyo al movimiento Occupy en Estados Unidos. Igualmente, se ensalza la capacidad organizativa de los movimientos sociales españoles (se nota que ustedes no han vivido en España, ajem). Es más, el movimiento “México toma la calle” incluso ensalzó “las técnicas asamblearias españolas” en público (como si los españoles hubieran descubierto la sopa de ajo al decidir hacer asambleas, vaya). Pero en cuanto una organización mexicana decide brindar apoyo a un movimiento no falta quien eche el grito al cielo y –lo más reprobable- invente hipótesis insustentables del estilo “quizá fueron miles los que llegaron y se fueron al sentirse alienados por la inconspicua presencia del SME como anfitriones del evento”. ¿A pocooo?¿Vieron a alguien irse por culpa del SME?¡Miles de personas huyendo del evento a causa de la “inconspicua presencia” (traducimos=”ellos saben conectar un generador eléctrico y tú no”) del SME!¿En serio?¿Tienen prueba gráfica para apoyar su corazonada o lo dicen porque les cae mal un sindicato que, entre todos, tiene sobrados motivos para estar indignado y apoyar un movimiento de este tipo?
SME: motivos para indignarse
Vamos a decirles algo. Nosotros no nos sentimos “alienados” por la “inconspicua presencia del SME”. Es más, nos dio muchísimo gusto no solo que se hubieran solidarizado con el movimiento haciendo lo que mejor hacen (dar luz), sino que además (y esto es lo que más nos gustó) lo hicieran con gran discreción. No se puede decir lo mismo, por cierto, de otros movimientos más afines al autor de esta nota que hemos citado (nos referimos a #ReformaPolíticaYa), a quienes recordamos haber visto con estos ojitos poniendo un templete coronado por una pancarta gigante a las puertas del senado para recibir al movimiento de Sicilia. Por lo menos el SME tuvo más dignidad y se ahorró la pancarta gigante. Entendemos que muchos movimientos apoyan a otros no genuinamente, sino solo para hacerse "visibles" con su publicidad. No fue el caso del SME este sábado.

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