domingo, 29 de mayo de 2011

#Acampadabcn Represión en Barcelona: ¿nada nuevo bajo el sol?

Con el corazón en un puño y lágrimas en los ojos –suena cursi decirlo, pero es literal- me tocó ver en directo la solemne golpiza propinada por los mossos a los manifestantes de la acampada de Barcelona el 27 de mayo. Esto –es de rigor decirlo- gracias a la luminosa idea de Antena 3, que esta vez se cubrió de gloria en el buen sentido de la expresión con el trabajo realizado por sus reporteros. A ver si aprenden los de TV3, por cierto, que además les pagamos entre todos y parece que no estuvieron en la clase de enlaces en directo en la universidad. ¿Y qué habría pasado si Antena 3 no hubiera estado allí para mostrar en vivo a todo el mundo la triste verdad del asunto? Pues lo de siempre, supongo: que si los pobres mossos habrían sido provocados por violentísimos manifestantes, que no tuvieron otra opción que responder a la violencia, largo etc.

Con el corazón en un puño y lágrimas en los ojos, pero sin ninguna sorpresa, vi cómo mis conciudadanos y vecinos eran brutalmente golpeados y humillados por la policía. Es muy triste, me doy cuenta de ello, no sorprenderse ya por actos tan brutales. Tan triste como ingenuo es que muchos catalanes y españoles apenas ahora se desayunen de que este no es ni más ni menos que el modus operandi habitual de la gloriosa policía catalana. Cualquiera que haya estado en manifestaciones, celebraciones o actos varios en Barcelona sabe perfectamente que los mossos no necesitan de ninguna excusa para partir cabezas gratis a los ciudadanos. Y que no es que ahora, por arte y gracia del 15M, los mossos hayan mutado en los grises, sino que nunca dejaron de serlo.




(Valga solo de muestra, una de tantas)

En las “celebraciones” de la Champions de 2009, por ejemplo, me tocó ver cómo “reventadores” profesionales (de esos que sincronizan relojes antes de taparse simultáneamente las caras y ponerse a tirar botellas de vidrio a la multitud para inmediatamente desaparecer) le proporcionaban la excusa a los mossos para partirnos a todos la cara. En aquella ocasión, el centro fue literalmente cerrado –no vaya a ser que alguien escape en metro- y todos los que quedamos atrapados dentro supimos que o nos inventábamos una genial excusa, o seríamos apaleados sin piedad. Mi esposo y yo optamos por caminar del bracito y hablando en inglés desde plaza Urquinaona hasta paseo San Juan, mientras atravesábamos un alucinante paisaje de gentes de todas las edades siendo apaleadas, pisoteadas e insultadas por las fuerzas del orden. Eso si, la cara te la parten en catalán, que no se diga que no hemos avanzado desde los tiempos de Franco. En aquella ocasión hubo gente que perdió ojos y testículos –seguro a causa de las pelotas de goma que evidentemente nunca fueron lanzadas-. Pero como no hubo televisión que lo mostrara en directo, la cosa quedó como siempre en agua de borrajas. Es que los antisistema somos re malos, ya ve usted. Aunque los ojos y los huevos los perdamos nosotros, algo habremos hecho.

Lo que se vio en la Acampada de Barcelona no es, tristemente, nada nuevo. Lo nuevo es que una cadena de televisión tenga la ética profesional de venir a mostrarle al mundo cómo se trata a cualquiera que se atreva a pedirle el número identificativo a un mosso de escuadra. Si ustedes todavía no lo han probado, les recomiendo que no lo hagan nunca. Vaya a ser que les pongan una multa de 300 euros por uso inapropiado del espacio público –en cuyo caso habrán tenido mucha suerte- o, si se han levantado con el pie izquierdo, les condenen a diez años por intento de homicidio (caso verídico). Si esto va a servir para que todos los españoles se den cuenta de cómo tratan sus sacrosantas fuerzas del orden a cualquiera que se atreva siquiera a mirarlos de frente, yo me alegro. Ala, ahora ya sabéis todos que no son cuentos de revoltosos: que la policía golpea, insulta y denigra.

Y ahora que ya lo sabemos todos ¿podemos ir pensando en qué hacemos con esta gente, y sobre todo, con los señores vestidos de traje que les dan las órdenes?



Algunos videos más, por si les entra curiosidad:



Por si alguien piensa que solo es cosa de los mossos...

martes, 24 de mayo de 2011

#SpanishRevolution...¿Y en México, pa'cuando?

(O México en el espejo de España)

Desde que España protagonizó su ingreso estelar en las portadas internacionales vivimos desde México las respuestas ambivalentes a estos eventos que parecen ilusionar y decepcionar simultáneamente. Ilusión porque la revolución parece haber estallado en la “Madre Patria” (o cómo sea). Decepción porque en México no se ha logrado lo mismo a pesar de que las circunstancias que vive el país son en rigor mucho más preocupantes. En ambos países (y es de suponer que en muchos más) se escriben artículos a diestra y siniestra tratando de comprender qué ocurre. En México, además, se escribe y se piensa en cómo lograr lo mismo en terreno nacional. Hay esperanza, y hay lamentos. Hay internacionalismo, y hay mala leche. Hay quien se desvincula del movimiento de las acampadas españolas porque “está infiltrado por la derecha”, “o por los marxistas republicanos”, y hasta “por los chemtrails” (verídico). Hay de todo, vaya.

En la hora de la verdad todo el mundo parece sorprendido. “Un movimiento espontáneo”, dicen. “Nadie podía preveerlo”. Quizá. O quizá todo lo contrario. Si no que alguien me explique cómo es que había (haberlos los había) corresponsales extranjeros en Madrid listos para reportar los acontecimientos del 15M y el 22M…¡desde el 14 de mayo! ¿Estaban allí por casualidad, o quizá porque supieron medir el pulso de la red y adivinar a tiempo que algo gordo se estaba gestando?. Dicen imprevisible, pero quizá debieran mejor confesar que no estuvieron lo suficientemente atentos y/o informados.

Ahora se alborota el gallinero y todos quieren sacar tajada. Que no cunda el pánico: es normal. Quiere sacar tajada el PP, el PSOE, los partidos chiquitos españoles y hasta los opinólogos profesionales mexicanos, si, esos mismos que nunca se enteraron de que algo se cocía en España pero que ahora están prestos para explicarle al mundo como es que un movimiento que al parecer ni previeron ni entienden le “ganó la carrera” a los movimientos autóctonos de los Estados Unidos Mexicanos. ¿Por qué lo que funciona en España no funciona en México? (Y a continuación, la clásica cantinela de fustigación malinchista). Ah, es que los mexicanos somos tan…[inserte aquí su frase favorita]. Ah, es que los mexicanos no sabemos…[inserte aquí el trauma histórico de su elección].

¿Pues qué se piensan?¿Piensan que los españoles no tenemos traumas?¿Piensan que los españoles no tenemos miedos? Los tenemos joder, y demasiados. 72 años de silencio han dejado a España destrozada y con la autoestima por los suelos. España lleva SETENTA Y DOS años sin hablar, muda en su terrible shock, alelada, gris, estupefacta. Ahora, por fin, habla alto y claro. Pero no se confundan los que dicen que es “sin odio y sin violencia” (¿a diferencia de México, hay que preguntarse?¿o cómo?). Puede que sin violencia por el momento, pero señores, odio hay, y mucho. Si no lo saben es que no saben nada de los españoles y mucho menos de su historia de miseria y de mejor-no-significarse. Y además, déjenme decirles, es un odio 100% comprensible: porque los putos bancos, los putos intereses económicos, el puto neoliberalismo, el puto FMI, los putos partidos políticos vendidos desde siempre, y un puto largo etc., han dejado a España literalmente triturada. Y préstenme atención: odiar no está mal, mientras no nos pongamos a fusilar gente. (Que en España ya sabemos muy bien como acaba eso ¿verdad?).

Los mexicanos idealizan y odian a España alternativamente del mismo modo que los españoles idealizan y odian alternativamente a Francia. El malinchismo tiene raíces largas y comunes. Es un error tanto fustigarse pensando “¿por qué los españoles sí pueden y nosotros no?” como lo es tratar de exigir de los ciudadanos españoles que organicen una revolución en México que ni pueden, ni deben, ni, creo yo, deben querer liderar. Pues es a cada país que le corresponde –y a nadie más- tomar las riendas de su destino. España verá si logra zafarse el cepo que trae puesto en el cuello desde hace siete décadas. México verá lo propio.

Pero ahora, vamos por la pregunta que tortura a los mexicanos: ¿y México qué?¿y México cuando?¿Debe ser Sicilia quien salve a México?¿Será por el contrario López Obrador?¿Será Estados Unidos, una intervención de la OTAN?¿Será un milagro, el retorno de Pancho Villa?

Las mismas preguntas, escuchadas en España en Octubre de 2010, en referencia a las brutales huelgas de Francia en protesta por la reforma de pensiones. ¿Y España pa’cuando?¿Y en España por qué nadie sale a la calle? Ah, esos franceses sí saben de democracia…oh la la. Y luego dicen que el malinchismo es producto 100% mexicano. Pos que se creen.

Muchos no se dan cuenta, sin embargo, de la sutil estrategia de los opinólogos, sabetodólogos, articulistas y demás fauna dospuntocero. Al clamar “¿México cuando?” se da por hecho que en México no pasa nada. Error, y además, de los más malintencionados del momento. En México pasan muchas cosas, y que no salgan en el noticiero de López Dóriga no quiere decir que no existan. En México hay una guerrilla digital mucho más poderosa que la guerrilla española –que fue, en honor a la verdad, quien organizó el movimiento 15M-. En México hay Círculos de Estudio, hay marchas de cientos de miles de personas, hay gente valiente, muy valiente, que sale a la calle aunque sepa que arriesga la vida en ello. Así que la pregunta no es “¿y México cuando?”, sino más bien, ¿Y aquí cuando nos sacan los medios en portada? Así que no se hagan tontos, periolistos, porque la revolución mexicana lleva 5 –si no 100, o hasta 200- años en marcha.

A mi me admira, de verdad me admira, que los opinólogos mexicanos enaltezcan la “revolución española” –que de momento, por cierto, no ha logrado aún nada- mientras fustigan con látigo de acero a sus compatriotas por inútiles a la vez que, simultáneamente, le hacen asquitos al plantón del 2006. Hay que ser hipócrita, joder, hay que ser hipócrita, o de plano tener muy pocas luces. Si están viendo y no ven. ¿O no será que no quieren ver el elefante frente al garaje? La revolución por la que ahora claman como voceros de la flamígera justicia (mientras sea en el extranjero, eso sí) hace tiempo que vive en México.

Y a mí SI me entran ganas de golpear a alguien cada vez que leo ese plañidito quejumbroso de “es que en México no sabemos…” (igual que me entran ganas de dar hostias, es de justicia decirlo, cuando oigo a un congénere español quejarse en los mismos términos de la inutilidad española respecto a otros grandes, icónicos países, porque es que “Spain is not Europe". O peor, si quieren sulfurarme de verdad, cántenme esa de “toda la culpa es de Madrid”). ¿Cómo que en México no sabemos?¿Cómo que en España no sabemos? Todos sabemos, en el corazón, lo que es justo. Todos sabemos quién corta el bacalao y quien parte y reparte, quién manda y quién obedece, quién es vocero de los intereses extranjeros y quién no. El problema no es que lo sepamos nosotros. El problema es que nosotros sepamos que los demás también lo saben.

Cuando eso pase, cuando nos demos cuenta, en México, como se dieron cuenta en España de que la minoría son ellos…ah entonces, ¡prepárense cabrones!

@europaenllamas

lunes, 23 de mayo de 2011

Casi 1 millón y medio de españoles desaparecidos: se busca (dead or alive)

Estamos sinceramente preocupados. Hacemos análisis estadístico de votos, y resulta que nos faltan cerca de 1 millón y medio de electores que no aparecen por ninguna parte. No sabemos si los han secuestrado, si se han escondido o si –quizá la solución más fácil, aunque algo vergonzosa- el Ministerio del Interior ha suspendido en matemáticas. Pero resulta que el MIR nos indica claramente en su página web que el censo de españoles residentes-ausentes (CERA para los amigos) registraba 5.715 españoles en edad de votar residentes en el extranjero, y eso que se supone que la migración ha aumentado en los últimos años. La cosa es que el INE discrepa con esta cifra y nos indica que los extranjeros inscritos en el CERA son exactamente 1.441.086. En 2007, sin embargo, el MIR admite que envió papeletas de votos a exactamente 1.167.744 españoles ausentes de la madre patria. Claro que igual esto se debe a la vergonzosa reforma de la Ley Electoral acontecida –casualmente- a principios de 2011, que en la práctica supone que estas papeletas se dejan de enviar automáticamente a los electores ausentes de España y que éstos, si quieren ejercer su derecho al voto, deben rogarlo (por eso se le llama voto rogado, por cierto), o sea, suplicarle por favorcito, por carta y adjuntando copia de veinticuatromil documentos a la Madre Patria para que les deje votar, y luego prenderle una velita a la Virgen de la Almudena para que las papeletas efectivamente lleguen (cosa que, nos consta, en muchos casos no ha ocurrido).

La verdad verdadera es que la cifra de 5715 votos presuntamente emitidos desde el extranjero nos parece tan escandalosa y surrealistamente baja que tentados nos sentimos de descartarla (¿error de dedo?). Sin embargo, el tema adquiere tintes siniestros al corroborar que, por ejemplo, desde Venezuela solo se recibieron 123 solicitudes de voto…de un padrón de españoles de ¡más de 87.000! Del casi millón y medio de españoles residentes en países extranjeros, solo 43.842 se enteraron del oportuno cambio en la Ley Electoral y lograron sortear todas las trabas burocráticas para pedir que se les enviara su voto. O sea, apenas un 3% del padrón del CERA. Y de este 3% de testarudos españoles que mandaron su solicitud a toda prisa…¿sólo 5.715 obtuvieron y lograron enviar las papeletas a tiempo? ¡Vaya pucherazo, señores, vaya pucherazo!

Pese a todo esto, lo más sorprendente del caso es que ¡aún así la abstención ha disminuido en España respecto a las elecciones municipales de 2007, pasando del 36,03% al 33,77%! Las cifras oficiales del MIR nos indican que 11.710.762 electores se abstuvieron, pero claro, no nos dicen que de ellos, 1.435.911 (el padrón del CERA menos los 5.715 afortunados que lograron votar) fueron abstenciones forzadas por el propio Gobierno. No estamos diciendo que todos ellos habrían votado (y nunca lo sabremos, posiblemente), solo que deberían haber podido escoger si hacerlo o no. Potencialmente, el porcentaje de abstención de estas elecciones podría haber sido muchísimo más bajo de lo que ya de por sí fue. Pero claro, eso, a los analistas políticos, seguro no les interesa. Vaya a ser que nos demos cuenta del mega pucherazo que nos han colado.

@europaenllamas

martes, 17 de mayo de 2011

Entrevistas de la #spanishrevolution

Entrevista con @JohnNadie desde #acampadaBCN



Entrevista con Roberto de #acampadalaspalmas




Entrevista con Ángel Badia en Barcelona (17 mayo, aprox. 24h):



Entrevista con Raúl desde la acampada de Barcelona (17 mayo, aprox 24h):

Stream "Operación España"

(Preparando)